En tu pecado, Dios no se olvida de ti
EP. 035
Aquí tienes un pequeño blog post sobre el amor incondicional de Dios a pesar del pecado:
El Perdón Incondicional: Cuando Pecamos, Dios Nunca se Va
Todos hemos cometido errores en la vida. Actos que, en su momento, nos hicieron sentirnos indignos, avergonzados e incluso alejados de Dios. El pecado puede ser abrumador y llevarnos a pensar que hemos decepcionado a nuestro Creador de tal manera que ya no merecemos Su amor.
Sin embargo, la verdad es que el amor de Dios es incondicional. No importa cuánto hayamos pecado o cuán graves hayan sido nuestras transgresiones, Él nunca dejará de amarnos. Su amor por nosotros es eterno, inagotable y no depende de nuestras acciones.
La Biblia nos recuerda la historia de la mujer sorprendida en adulterio. Estaba a punto de ser apedreada por la multitud cuando Jesús intervino diciendo: "Aquél que esté libre de pecado, que tire la primera piedra". Uno a uno, todos se fueron retirando avergonzados, hasta que solo quedaron Jesús y la mujer. En ese momento, Él le dijo: "Vete, y no peques más".
Jesús no la condenó, no la juzgó ni le recriminó sus acciones pasadas. En su lugar, la miró con amor y compasión, ofreciéndole una nueva oportunidad. Ese es el corazón de Dios hacia cada uno de nosotros. Él no está ahí para recordarnos constantemente nuestros errores, sino para perdonarnos y restaurarnos.
Cuando pecamos, podemos sentirnos tentados a alejarnos de Dios, creyendo que ya no somos dignos de Su presencia. Pero lo cierto es que Él nunca se va, nunca nos abandona. Dios está ahí, esperando con los brazos abiertos para abrazarnos y decirnos: "Te amo, a pesar de todo".
El amor de Dios sobrepasa nuestros pecados. Él vino en carne para demostrarnos personalmente la profundidad de Su amor incondicional. No envió a un mensajero ni a un profeta; Él mismo vino a entregarlo todo por nosotros en la cruz.
Así que, si hoy te sientes abrumado por tus errores, recuerda: Dios te ama incondicionalmente. Sus brazos siempre están abiertos, listos para recibirte y perdonarte. Basta con que te acerques a Él con un corazón arrepentido. Su amor nunca falla, nunca se acaba y siempre estará ahí para ti, sin importar nada.