La pregunta equivocada

EP. 028


Durante toda mi vida, me he hecho la pregunta equivocada. En lugar de preguntarme "¿cuál es la voluntad de Dios para mi vida?”, ahora entiendo que la pregunta correcta es "¿cómo puedo entregar mi vida para cumplir la voluntad de Dios?”.

No es acerca de mí

En mi camino espiritual, he aprendido que no se trata de mí. La idolatría es poner mis necesidades y deseos por encima de cualquier otra persona o de Dios mismo. Cuando hacemos de nuestra vida algo egoísta, inventamos religiones para justificar la maldad narcisista de nuestras acciones. En lugar de eso, debemos pedir a Dios que cumpla sus deseos en nosotros, en lugar de solo buscar que él cumpla nuestros deseos.

Tampoco solo es acerca de un dios egoísta

Por otro lado, también he comprendido que el camino espiritual no se trata únicamente de un dios egoísta. No debemos vivir frustrados pensando que morir a Cristo es renunciar a la vida que el creó en nosotros y que él puso en nuestro corazón. Ser cristiano no es sinónimo de sufrimiento, sino de vivir por Cristo con felicidad. De hecho, nuestro sufrimiento por cristo es un motivo de alegría. Así que debemos entender que Dios no quiere quitarnos todo lo que ha puesto en nosotros, sino que desea que entreguemos nuestra vida y todo lo que somos a su servicio. Así, él puede obrar a través de nosotros y eso nos traerá alegría, no sufrimiento.

El verdadero Dios y su voluntad

Nuestro Dios es diferente a cualquier otro. Él no solo quiere hacer algo “en” nosotros o “por” nosotros, sino “a través” de nosotros. Quiere implantar sus deseos en nuestro corazón para que, a través de nuestra vida, pueda cumplir su propósito. Al mirar la historia de Abraham, entendemos que Dios buscaba hacer algo a través de él, no solo en él o por él. Dios no permitió que Abraham sacrificara a su hijo, porque lo que él estaba haciendo era mucho más grande que cualquier bienestar personal.

No se trata solo de que Dios nos ayude a ser mejores o de que podamos negociar con él. Se trata de que Dios haga algo a través de nosotros. No solo quiere sanarnos, quiere salvarnos. No solo quiere sacarnos de la pobreza, quiere darnos una mentalidad de abundancia. No solo quiere sanar nuestro corazón roto, quiere que volvamos a amar. Por eso, los milagros más grandes de Dios toman tiempo, porque él quiere vivir a través de nosotros durante toda nuestra vida.

Mi llamado no se trata solo de mí. Se trata de la unión perfecta entre la voluntad de Dios y mi voluntad. No se trata de pedirle a Dios que haga mis sueños realidad, ni de vivir frustrado por hacer algo que no me gusta. Se trata de permitir que Dios coloque su voluntad en mi vida y que mi corazón arda por cumplir su voluntad. Mi llamado es emparejar mi corazón al de Dios y entregar mi vida por su voluntad. Ahí es donde encontraremos la verdadera plenitud y propósito en nuestro caminar espiritual.


Statemnt Studios

CREATIVE STUDIO OF PRODUCTIONS

Previous
Previous

El Verdadero Servicio

Next
Next

Construyendo Sobre Ruinas